La importancia de comer en familia
La comida es un acto social y al observar, tu peque aprende con el ejemplo.
Cada día trae un nuevo descubrimiento para tu peque, que poco a poco aprende a hacer más cosas por sí solo, en gran parte, observando a quienes lo rodean.
A esta edad los bebés imitan muchos de los comportamientos de los adultos, por eso es muy importante que a través del ejemplo, le ayudes a ir aprendiendo buenos hábitos y disfrutar de una alimentación saludable.
Aprendiendo a comer y convivir
A medida que crece, tu peque aprende a comer, tanto en el aspecto técnico (ya puede masticar alimentos más duros y reconocer distintos sabores), como en la parte social, cuando comparte la mesa con el resto de la familia.
Es muy recomendable que todos en casa coman juntos por lo menos una vez al día. Los niños desean sentirse integrados y ser parte de un grupo. La comida es un acto social y al observar, tu peque aprende con el ejemplo y se interesa por lo que comen los demás.
Además, se acostumbrará a una alimentación más variada y completa, con distintos platos: el primero con verdura o sopa, el segundo con cereal y proteínas, y un postre, como fruta o yoghurt.
Desde la seguridad de su sillita, tu bebé podrá sentirse uno más, experimentar con los alimentos y mostrar sus preferencias, con el plus de que tu podrás comer a su lado con tranquilidad y estar pendiente por si necesita ayuda.
10 tips para que todos disfruten la hora de la comida:
- Los niños disfrutan de comer en compañía. No aísles a tu peque dándole de comer antes o después que el resto de la familia.
- La televisión, aparatos electrónicos, juguetes o cualquier otra distracción mientras comen no es lo ideal, ni para tu peque ni para los adultos. Es mejor promover una alimentación a consciencia.
- Incluir a tu peque en la dieta familiar significa ofrecerle lo mismo que comen los demás, adaptado a sus edad y necesidades. La idea es que aprenda a comer el menú de la casa y una variedad de alimentos, no siempre lo mismo.
- Recuerda que su dieta debe incluir por lo menos un alimento de cada grupo (proteínas, cereales, frutas y vegetales) en el desayuno, comida y cena. La idea es lograr el balance adecuado entre salud y nutrición, además de ofrecerle una variedad de sabores y texturas.
- Permite que tu peque ocupe la cuchara y anímalo a que use el vasito entrenador. Se sentirá grande y orgulloso.
- Si se ensucia o tira algo de comida no hay necesidad de regañarlo, recuerda que aún está aprendiendo y que la hora de la comida debe ser un proceso agradable.
- Los especialistas en nutrición sugieren que los peques hagan cinco comidas ligeras al día, en lugar de tres abundantes como acostumbramos los adultos.
- Es importante también que coman siempre a la misma hora, y que esos horarios sean regulares en la medida de lo posible.
- Si es difícil hacer coincidir los horarios de toda la familia, intenta hacer algunos ajustes: adelanta la hora de la cena o levántense más temprano para desayunar juntos.
- Ahora que sabes que es normal que tu peque coma menos en proporción a como lo hizo durante su primer año de vida, recuerda que lo importante no es que coma más, sino mejor, y sobre todo, que aprenda a disfrutar de la comida.
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