Evita que tu pequeño tenga un accidente en casa
¡Prepara tu hogar para que sea un espacio a prueba de niños!
Lo ideal es que te pongas a la altura de tu hijo y observes el mundo desde su punto de vista. Una buena opción es ponerte a gatear por toda tu casa, sólo así detectarás donde se encuentran los potenciales peligros, por ejemplo, las escaleras parecen una montaña ideal para escalar, los objetos sobre la mesa son tesoros para alcanzar, las puertas de la cocina esconden un mundo interesante.
Sin caer en la paranoia, es claro que el aparentemente refugio seguro (como lo debería ser tu hogar) está lleno de distintos peligros. Siempre habrá un momento en que el niño se quede sin atención aunque sea por un momento pero ese instante basta para que ocurra un accidente, por lo que debes tomar algunas medidas.
¡Más vale prevenir que lamentar!
La mejor forma de evitar accidentes en el hogar es prevenirlos y no hay mejor manera de hacerlo que advertirle constantemente a tu hijo de lo que le puede pasar. Tal vez un bebé pequeño no es consciente de los riesgos que puede tener, así que depende de ti que lo comprenda. Explícale (aunque sea a señas) por qué no debe tocar la puerta del horno o meter los dedos en la unión de cualquier puerta, por ejemplo.
Evidentemente la paternidad responsable es esencial a toda hora. Un bebé nunca debe estar solo, ya sea en el baño, en la mesa, en la silla alta o en el coche, ¡y jamás debe estar sin supervisión en una habitación con una ventana abierta! De entrada piensa en el equipo de seguridad necesitas para tu casa: protectores de corriente, puertas o rejas para las escaleras, seguros para la puerta del horno, protectores para las esquinas de la mesa.
Incluso puedes hacer tus propios protectores de puerta (para que no se cierre) cortando por la mitad las tiras que se usan para aprender a nadar, luego las colocas a presión en el borde y listo.
Prevén accidentes en cada habitación
- Cocina. Está llena de peligros y es el lugar donde se produce casi una cuarta parte de los accidentes domésticos. Para evitar la asfixia, envenenamiento y la ingestión de productos tóxicos, coloca todos los objetos peligrosos como bolsas de plástico, productos de limpieza para el hogar, cuchillos y medicamentos fuera del alcance del niño. De ser posible almacena todo en un cajón bajo llave o en estantes altos que tu hijo no pueda alcanzar. Cuando cocines, los mangos de las ollas y sartenes deben estar hacia adentro de la estufa, y al darle de comer amárralo siempre en su sillita y aléjalo de fuentes de calor como la estufa o el horno.
- Habitación del bebé. Elige una cama hecha con las normas de seguridad vigentes y no la llenes con más de uno o dos muñecos de peluche. Hasta los 4 años de edad, las almohadas y mantas extras son innecesarias, una pijama de franela y una sábana ligera, son más que suficiente.
- Sala y comedor. Aunque te guste tener figuras de jarrones sobre tu mesa de centro o esquineras, lo mejor es quitarlas, así como también verificar que no haya piezas pequeñas que el bebé pueda llevarse a la boca. Un punto importante es jamás dejar que toque las pilas del control remoto ya que podría tragárselas, ocasionando asfixia o quemaduras severas a su esófago y tráquea debido a los componentes químicos que tienen. Evita encender velas y protege las esquinas de los muebles.
- Baño. El shampoo y demás líquidos potencialmente tóxicos para tu hijo, colócalos sobre una repisa alta y sólo ten a la mano lo que vayas a ocupar para bañarlo y cambiar su pañal. Pon en el piso un tapete antiderrapante, nunca dejes a tu hijo solo en la tina y si tienes botiquín procura tenerlo cerrado con llave.
- Jardín. Nunca dejes herramientas o productos como fertilizantes, jabón, cloro o mangueras sueltas. Si tienes alberca, cierra con llave la puerta que da hacia ella y mantenla siempre cubierta. Tu hijo sólo debe estar en esa área cuando estés tú o algún otro adulto presente.
Primeros auxilios
En caso de contusiones, quemaduras leves, golpes y cortes menores, mantén siempre la calma. La mayoría de las lesiones leves pueden ser tratadas en casa. Aplica un poco de desinfectante o pomada, súmale un gran beso y listo.
Para los casos más graves, llama a una ambulancia y comunícate con tu médico para que te diga cómo actuar mientras tanto. Lleva a tu hijo directo a urgencias cuando:
- Haya sufrido un corte profundo, una quemadura extensa o si su cara se ve afectada
- Tu bebé haya puesto algo dentro de su nariz o ingerido una pieza pequeña
- Se ha caído de cabeza o se comporta de manera extraña, ha perdido el conocimiento o está vomitando.
- Ha ingerido medicamentos o productos tóxicos. Independientemente del producto, nunca debes hacer que tu bebé vomite, ya que si la sustancia tóxica sale de nuevo puede lacerar el esófago. Identifica qué es lo que tomó y díselo de inmediato al médico que trate a tu pequeño.
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