¡Auxilio! Mi hijo tuvo un accidente
Conoce los remedios más comunes para aliviar a tu pequeño en caso de accidente.
Ya sea gateando o jugando en el jardín de los abuelos, los niños encontrarán una manera de hacerse daño a sí mismos. Piernas golpeadas, moretones en todos lados, pequeños cortes, raspones; es ahí donde las mamás-enfermeras tienen mucho trabajo. Aquí te ofrecemos una visión general de los síntomas y los remedios más comunes para el tratamiento de las heridas superficiales.
Golpes y moretones. Aprender a caminar no viene sin su respectiva dosis de caídas, aunque la mayoría de las veces no son graves (afortunadamente). Para moretones o pequeñas protuberancias, coloca una bolsa de hielo en la zona afectada para minimizarlos; también puedes aplicar una pequeña cantidad de pomada de árnica cuando no sea una herida abierta y utiliza un spray de enfriamiento (muy común en el fútbol) para aliviar de inmediato el dolor. No olvides besar a tu pequeño, ¡es la mejor medicina!
- ¿Cuándo acudir al médico? Si tu hijo se ha golpeado la cabeza lo mejor es no correr riesgos. Llama al médico o servicio de emergencias. Debes hacerlo si pierde el conocimiento (aunque sea por unos segundos), vomita, se marea, se queja de dolor de cabeza o comienza a actuar de manera extraña dentro de las 36 horas posteriores a la caída. Los síntomas pueden ser: somnolencia, habla incoherencias, pierde el equilibrio, se muestra desorientado o confundido o no se acuerda de lo que pasó. Pídele al médico una tomografía para descartar cualquier daño que pudiera tener en su cerebro.
Cortes y heridas. Si la herida sangra solo un poco, corre al grifo del agua y limpia con un poco de jabón si es necesario; después, presiona durante unos segundos con un pedazo de tela limpia o una gasa. También puedes aplicar un producto antiséptico antes de secar y poner una venda, eso sí debes cambiarla con regularidad para evitar infecciones.
- ¿Cuándo acudir al médico? Si el corte o la herida es profunda, sobre todo en la cara; llévalo en caso de que una sutura sea necesaria.
Quemaduras. Si la piel se torna de color rojo, esto significa que es una quemadura de primer grado y se puede tratar fácilmente. Lo primero que hay que hacer (sin importar el tamaño de la zona quemada) es dejar que le caiga agua fría sobre la quemadura. Después, aplica un gel o pomada para las rozaduras, cubre con una gasa y véndalo. Llévalo al médico en cuanto tengas oportunidad para descartar una lesión mayor.
- ¿Cuándo acudir al médico? Si la quemadura es extensa y profunda o si es en la cara, las manos o los pies. Lleva a tu hijo al área de urgencias del hospital y si tienes la más mínima duda de cómo tratar una situación como ésta, lo mejor es consultar al médico.
Picaduras de insectos. Usualmente las picaduras de hormigas o mosquitos no son graves (a menos que tu hijo sea alérgico, lo que implica un tratamiento diferente). Si a tu hijo le causa mucha molestia, pregunta en la farmacia por una crema anti-picazón. En cambio, cuando se trata de una abeja o avispa se requiere de más atención, ya que puede que sea alérgico y tú no saberlo hasta ese momento. Las abejas pueden dejar parte de su aguijón en la piel, así que debes quitarlo usando unas pinzas. Luego desinfecta la herida con un producto antiséptico; para aliviar el dolor, aplica una compresa fría o envuelve un poco de hielo en un trapo limpio y colócalo sobre la picadura. Si tiene mucha comezón, puedes darle un antihistamínico (pregunta en la farmacia el apropiado según su edad y peso).
- ¿Cuándo acudir al médico? Si tu hijo ha sido picado en la cara o la boca, si el insecto le picó varias veces en diferentes lugares o si presenta una reacción cutánea grave.
Dermatitis del pañal. Seguramente te preguntarás qué tiene que ver la dentición con que tu hijo sufra por las rozaduras del pañal, simple: los ácidos generados en su boca se los come, lo que hace que éstos se mezclan con los del estómago. Si a eso le sumas la introducción de alimentos sólidos en su dieta, entonces tu hijo casi siempre presentará enrojecimiento en sus pompas. Esto puede ser la dermatitis del pañal que es muy fácil de determinar pero que tomará algún tiempo en desaparecer.
- ¿Cuándo acudir al médico? Consúltalo para pedir algunas opciones de cremas o pomadas que alivien los síntomas. No olvides que la higiene es muy importante, lava las pompitas de tu bebé con agua y jabón suave cada vez que lo cambies de pañal (de ser posible), luego seca con cuidado. Tu médico también puede prescribir una crema protectora que forme una barrera entre la piel y la humedad que se queda atrapada en el pañal. Cambia a tu hijo tan a menudo como sea posible para evitar que la rozadura se haga más grande.
Otros padecimientos. Los resfriados en los bebés a menudo se asocian con una infección de oído (otitis). Un simple resfriado, dolor de oídos, alta temperatura y diarrea también se pueden presentar, por lo que tu hijo puede estar de mal humor y sacudir su cabeza de lado a lado mientras llora o toca sus orejas.
- ¿Cuándo acudir al médico? Como en estos casos tu hijo no se puede comunicar y decirte exactamente qué o cómo le duele, lo ideal es que llames a su pediatra.
Fiebre. Las infecciones virales pueden causar que el niño presente calentura. Evita taparlo con muchas cobijas o con suéteres pesados y comprueba que la temperatura de la habitación sea la adecuada (idealmente debe estar a 19 °C). Cada media hora verifica cuántos grados de fiebre tiene tu hijo y dale a beber líquidos con regularidad.
- ¿Cuándo acudir al médico? Después de 3 o 4 horas, si la temperatura sigue estando alta, debes consultar a tu médico de inmediato.
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