5 mitos y realidades de la lactancia materna
La lactancia materna es la alimentación que le proporcionas a tu bebé a través de la leche materna, de forma exclusiva, durante los primeros seis meses de vida.
La lactancia materna es el tipo de alimentación que le proporcionas a tu bebé a través de la leche materna, de forma exclusiva y sin ningún otro tipo de alimento adicional líquido o sólido en su dieta, durante los primeros seis meses de vida.
La Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan el inicio de la lactancia materna exclusiva en la primera hora de vida de tu bebé y su mantenimiento durante seis meses, a libre demanda, para garantizar que tu bebé recién nacido reciba los nutrientes esenciales para su salud, su óptimo desarrollo cognitivo y el óptimo desarrollo de su sistema inmune y su sistema digestivo. En otras palabras, para garantizar el desarrollo integral de tu pequeño. Asimismo, recomiendan que se prolongue como complemento de la dieta de tu bebé hasta los 2 años de edad con alimentos complementarios.
Aunque existe mucha información sobre la lactancia materna, también existen varias ideas erróneas en torno a ellas que pueden causar dudas y confusión. Por eso nos dimos a la tarea de recopilar algunas de ellas y contrastarlas con la realidad para brindarte información oportuna que te ayude a vivir este proceso de una mejor manera.
MITO | REALIDAD |
1. “No tengo leche, así no puedo alimentar a mi bebé.” | Poco a poco podrás producir más leche materna, la necesaria para alimentar a tu bebé a través de la lactancia materna. De hecho, ¡tu peque te ayudará! Por que recuerda, a más succión o demanda del bebé más leche se produce. Respeta la frecuencia de su demanda y acércalo a tu pecho de tal forma que pueda iniciar el reflejo de succión sin ninguna dificultad. Con cada estímulo, la producción de leche materna aumentará hasta alcanzar la cantidad correcta para tu bebé. Solo sé paciente. |
2. “Mi leche materna no sirve, ni siquiera parece leche de verdad.” | La leche materna es el alimento natural más seguro, limpio y completo que le puedes dar a tu bebé, porque contiene los nutrientes esenciales para su crecimiento. La primera leche que se produce en la lactancia materna se llama calostro. El calostro tiene propiedades que ayudan al desarrollo del sistema inmune de tu bebé, por lo que es muy importante para incrementar sus defensas. Conforme pasa el tiempo, la leche va cambiando de forma y de consistencia, haciéndose más densa y grasosa para asegurar una óptima digestión y absorción de nutrientes. Así que, ¡despreocúpate! La leche materna que produces es el alimento ideal que le puedes dar a tu pequeño, sí sirve y siempre será de calidad. |
3. “Ya no puedo seguir con la lactancia materna porque empecé a tomar medicamentos.” | Es normal que puedas presentar una enfermedad mientras estás alimentando a tu bebé a través de la lactancia materna. Siempre deberás acudir con un profesional de la salud para recibir atención médica, así como un tratamiento que te ayude a sentirte bien y proteja el bienestar de tu pequeño. Infórmale que estás alimentando a tu bebé con leche materna para que pueda darte los medicamentos en las dosis adecuadas y asesorarte sobre los medicamentos compatibles durante la lactancia. Generalmente, puedes continuar con la lactancia materna sin ninguna dificultad. La mayoría de los medicamentos son compatibles durante la lactancia, sin embargo siempre revisarlo con tu doctor. |
4. “Mis pechos son muy pequeños. Estoy segura de que no seré capaz de darle la cantidad de leche materna necesaria a mi bebé por eso.” | La frecuencia y la forma en la que el bebé es colocado en el pecho para succionar la leche materna son dos de los factores más relevantes en el éxito de la lactancia materna. El tamaño de los pechos no influye en la capacidad de producción de leche materna. Influyen el respeto a la libre demanda y fomentar el estímulo a través de tu bebé. |
5. “Mis pechos me duelen. Es mejor que deje la lactancia materna, así evito el dolor.” | Al iniciar la lactancia materna puedes llegar a experimentar algunas molestias, como dolor, grietas, mastitis o ingurgitación (retención de leche materna), que pueden ser ocasionadas por un desequilibrio en la microbiota del seno materno o una mala postura a la hora de amamantar a tu bebé. Sin embargo el dolor no debería de pasar de 2 a máximo 3 semanas, y debería de ser soportable, consúltalo con tu doctor si no es así. La microbiota de tu pecho ayuda a desarrollar el sistema inmune de tu pequeño, por lo que garantizar un buen balance de ella es importante para su desarrollo y tu bienestar, tanto como el hecho de que aprendas a colocarlo en una posición adecuada y cómoda hasta conseguir que adquiera una técnica de agarre correcta al pecho para garantizar una mejor postura de tu bebé y mejorar cualquier problema en tus senos. Una opción para ayudarte a disminuir el riesgo de desarrollar dolor o mastitis son los probióticos Lactobacillus fermentum que te pueden ayudan a mejorar la microbiota del seno. Consultalo con tu profesional de la salud. |
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La lactancia materna es la mejor opción para la salud de tu bebé. Pero también es la mejor opción para tu salud, pues reduce el riesgo de que puedas presentar depresión post-parto, y a largo plazo, cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares, diabetes y osteoporosis.
Procura mantener la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida de tu bebé y hasta los dos años.
Cuéntanos, ¿cómo has vivido la lactancia materna con tu bebé?
referencias
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