¡Aprende a cuidar la microbiota de tu bebé desde ahora!
La tranquilidad de tu pequeño puede tener relación con esto.
La Leche Materna es rica en probióticos y prebióticos, lo que ayuda a que tu pequeño crezca y se desarrolle adecuadamente; pero este preciado líquido también ayuda a que sus órganos como el corazón, los pulmones y el sistema digestivo, alcancen su madurez, pues necesitan más que el tiempo de gestación para lograrlo.
¿Sabes qué necesita tu bebé para tener una microbiota saludable?
¿Sabías que los bebes nacen con microorganismos vivos? Estos se llaman probióticos y en conjunto con los prebióticos, conforman la microbiota intestinal que aloja el tubo digestivo. Con su ayuda se pueden aminorar o incluso evitar los malestares estomacales de tu bebé, como los cólicos, el estreñimiento o el reflujo.
Los probióticos son microorganismos vivos que ayudan y favorecen el ambiente dentro del intestino de tu bebé para que esté sano; pero para que hagan su trabajo necesitan de los prebióticos, que son su alimento.
Los prebióticos son nutrimentos que apoyan las defensas naturales del cuerpo. Un ejemplo de ellos son los innovadores “HMO’s” (oligosacáridos contenidos en la Leche Materna), que ayudan a reforzar el sistema inmunológico y tener un sistema digestivo saludable.
¿Has escuchado del probiótico L. Reuteri? Está comprobado que puede reducir los cólicos de los bebés.
Los bebés amamantados también pueden presentar trastornos funcionales gastrointestinales como son los cólicos, el reflujo y el estreñimiento; si es el caso, consulta a tu profesional de la salud antes de tomar algún remedio casero o automedicarlo.
Con ayuda de la Leche Materna, tu pequeño podrá tener un desarrollo saludable; recuerda que para una Lactancia Materna exitosa es necesario contar con un ambiente respetuoso que fomente y promueva esta hermosa conexión madre e hijo.
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