Nutrición y Lactancia en Bebés con Cuidados Especiales
Apoyo esencial para la lactancia en bebés con cuidados especiales. Nutrición y amor se unen para fortalecer su crecimiento y bienestar. ¡Juntos, superamos cualquier desafío!
Aprender a dar pecho representa un reto para toda mamá, pero sobre todo para aquellas que tienen en casa a un pequeñito con necesidades especiales. Los bebés prematuros, con síndrome de down, paladar hendido, ó labio leporino, entre otros padecimientos, pueden necesitar de otros cuidados al darles pecho.
La lactancia puede significar un importante tiempo extra para las mamás que cuidan a bebés con estas necesidades; es un momento valioso en el que desarrollan apego y cercanía, además de que el bebé recibirá todos los beneficios que le ofrece la Leche Materna; un valioso inicio para ellos.
Los bebés con paladar hendido o labio leporino son más propensos a desarrollar padecimientos respiratorios como resfriados, alergias o infecciones. Muchos estudios han demostrado que cuando los bebes con esta condición son alimentados con Leche Materna, fortalecen su sistema inmunológico de manera significativa protegiéndolos contra estos padecimientos comunes.
La Leche Materna también puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias y problemas intestinales comunes asociadas con el síndrome de Down, esto debido a que su consistencia y proteína, la hace más fácil de digerir. También ayuda a evitar problemas cardiacos y les ayuda a ganar peso de manera saludable.
Bebés con paladar hendido o labio leporino
Las necesidades especiales de estos pequeñitos pueden interferir con su capacidad para succionar, así que necesitará de toda tu ayuda para lograrlo. Los bebés con labio leporino pueden tener problemas para sostener el pecho, mientras que los bebés con el paladar hendido, una abertura en el paladar que va hasta las cámaras internas de la nariz, hace difícil para un bebé para crear un sello hermético en el pecho.
La capacidad de succión de tu bebé dependerá del tamaño de la hendidura en su paladar, así como del tamaño de tus pechos y la compresibilidad de la areola (el círculo de piel que rodea el pezón). Una areola compresible y suave, funciona mejor para un bebé con el paladar hendido; así el pecho es lo suficientemente suave para que el bebé pueda presionar en el paladar y pueda succionar.
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Bebés con síndrome de down
Algunos bebés con síndrome de Down no tienen problema alguno para tomar pecho, pero algunos pueden tener músculos que están débilmente desarrollados ("hipotónicos") o demasiado rígidos ("hipertónicos"). Cualquiera de las dos condiciones puede dificultar su posición para tomar pecho.
El hecho de que un bebé haya sido diagnosticado con alguna de estas condiciones no significa que no pueden ser amamantados. Es una tarea que toma paciencia y práctica, pero es totalmente posible.
Consejos para amamantar a un bebé con necesidades especiales
Los desafíos son diferentes para cada tipo de condición y muchas de las soluciones son similares. El primer paso es establecer tu suministro de leche. Si tu bebé comienza a tomar pecho inmediatamente después de nacer, es recomendable que comiences a extraer tu leche tan pronto como sea posible, cada dos o tres horas (el tiempo en el que un bebé comería de manera regular).
También es importante que mantengas una dieta saludable y descansar lo suficiente. Si tu bebé se encuentra en cuidados intensivos, es probable que estés bajo mucha presión y estrés, esto puede afectar tu producción de leche. Es importante que te mantengas positiva, tranquila y cerca de tu bebé.
Cuando amamantes a tu bebé por primera vez, es probable que las cosas no salgan como lo esperabas, pero es normal, tu bebé necesita más atención y cuidado, y deberás ayudarle a adaptarse y aprender a tomar de tu pecho. Los primeros intentos de amamantarlo se tratan también de tenerlo cerca, permitirle que se acurruque en tu pecho y sienta la cercanía y conexión con mamá. Aunque tu bebé no logre sus primeras tomas de leche, el contacto piel a piel es una gran oportunidad para sentirlo cerca y crear apego.
En muchas ocasiones, este apego lleva de manera natural a dar pecho. Por ejemplo, puedes emplear el método canguro para tener todo el tiempo a tu bebé cerca de tu pecho, piel a piel, cubriéndolo con una manta ligera. Tenerlo cerca te ayudará a estimular tu producción de leche y muchas veces los bebés comienzan a buscar el pecho de manera instintiva.
Una vez que has establecido una rutina para extraer tu leche y has establecido un vínculo con tu bebé, quizás sea necesario que pruebes con diferentes posiciones para amamantarlo o utilizar algunos accesorios. Por ejemplo, un bebé prematuro o con síndrome de down no han desarrollado sus músculos por completo y necesita más soporte en cuello y la cabeza.
Una recomendación común es sostener a tu bebé con tu mano del mismo lado en el que está su cabeza, amamantando, para que puedas ayudarle a sostener su quijada y su barbilla con la misma mano con la que sostienes tu pecho. También existen accesorios especiales que consisten en pequeñas botellas con un tubo especial para alimentación.
Recuerda que los bebés con necesidades especiales necesitan visitar más a menudo a los Profesionales de la Salud para asegurarte que está creciendo y desarrollándose de manera adecuada. También puedes recurrir al apoyo emocional de la gente que te rodea, sobre todo porque aprender a dar pecho toma mucho tiempo y paciencia; la ayuda de la gente cercana puede hacer la diferencia.
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