Cómo alimentarlo cuando no estás
¡Con leche materna, es posible!
La alimentación sin el seno no significa el fin de la lactancia. Podría ser simplemente otra manera de que tu bebé continúe recibiendo una nutrición completa mediante la leche materna extraída. He aquí algunas sugerencias para ayudar a tu bebé a adaptarse a este tipo de alimentación mientras que continúa aceptando tu seno:
1. Amamanta primero.
Primero, ofrécele a tu bebé aproximadamente la mitad de una sesión de amamantamiento normal, y luego ofrécele entre 30 ml y 60 ml (entre 1 oz y 2 oz) de leche materna extraída. Si tu bebé aún tiene hambre, vuelve a ofrecerle tu seno para terminar su sesión de alimentación.
2. Sustituye una sesión de amamantamiento a la vez.
Si es necesario que sustituyas más de una sesión de amamantamiento, solo sustituye una sesión cada 3 a 5 días. Esto evitará que se te acumule la leche si no puedes extraerte la leche materna en esas sesiones de alimentación. Si no te extraes la leche durante las sesiones de alimentación corres el riesgo de que tu suministro de leche disminuya.
3. Calienta la leche materna extraída bajo un chorro de agua tibia.
Calentar la leche materna extraída será útil para reproducir la temperatura de tu leche naturalmente tibia cuando amamantas a tu bebé. No la calientes a una temperatura más alta que la temperatura corporal. Como siempre, nunca utilices el horno de microondas para calentarla. Siempre verifica la temperatura antes de dársela a tu bebé.
4. Permite que alguien más trate de alimentarlo.
Algunos bebés aceptan la leche materna extraída más fácilmente cuando una persona que no sea su mamá se los ofrece. La persona que se la de debe acurrucarlo para mantener el contacto íntimo que recibe durante la lactancia.
5. Continúa sosteniendo a tu bebé mientras se alimenta.
Nunca utilices objetos para para que se alimente solo porque esto podría interferir en la manera en que traga y disminuir esos importantes momentos de interacción física durante la alimentación. Siempre debes cargar a tu bebé mientras lo alimentas.
6. Toma un receso para permitir que eructe.
Haz una pausa para permitir que eructe cada 30 a 45 ml, o si voltea la cabeza. Si continúa volteándose, podría estarte diciendo que está satisfecho y que dejes de alimentarlo. Eructar frecuentemente ayuda a disminuir el riesgo de vómito y la irritabilidad a causa de los gases estomacales.
9. Posiciones para eructar
- Posición sentada: siéntalo sobre tu regazo y sostén su cabeza y su pecho con una mano colocada en la parte de adelante. Inclínalo ligeramente hacia enfrente; frota o palmea suavemente su espalda.
- Posición sobre el hombro: recárgalo sobre ti, con su barbilla descansando sobre tu hombro; frota o palmea suavemente su espalda.
- Posición sobre tu regazo: colócalo horizontalmente sobre tu regazo con su pecho recargado sobre el mismo y luego frota o palmea suavemente su espalda.
Cambia de lado. Hasta los bebés más pequeños comienzan a pesar después de un rato.
Habla y toca. Conforme se alimenta, habla tranquilamente, tócalo y mantén el contacto visual.
Sé paciente. Si se resiste, vuelve a ofrecerle tu seno antes de que cualquiera de los dos se frustre, y luego vuelve a intentar alimentarlo con leche materna extraída en la próxima sesión. Eventualmente, debe poder alimentarse sin problemas.
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