¡Buenos modales desde pequeño!
A los 18 meses, los peques empiezan a entender que hay ciertas reglas sociales.
Enseñar a los niños a comportarse de manera adecuada (dentro y fuera de casa) puede ser todo un reto.
Por suerte, el mejor instrumento para lograr que tu hijo sea educado y respetuoso, ¡eres tú! Educar con el ejemplo es mucho más poderoso que cualquier técnica o discurso.
Nunca es demasiado pronto
A los 18 meses, los niños empiezan a entender que hay ciertas reglas sociales. Lo descubren a través de la interacción con quienes los rodean y cómo se comportan los demás.
- Tu eres el mejor ejemplo: Es muy importante que seas tú quien lo guíe a ser amable y respetuoso con los demás, con cosas tan sencillas como saludar y despedirse, decir “por favor” y “gracias”.
- Que diga “Hola” y “adiós”: Los expertos sugieren que, aunque todavía no pueda hablar, lo motives para que diga “hola” y “adiós” con su manita. Es el primer paso en enseñarle a saludar.
- Salúdalo cada día: Se recomienda que le digas “buenos días” cada mañana y “buenas noches”, antes de que se duerma. Si te ve a ti saludar amable y cariñosamente al resto de la familia, seguramente lo hará también.
- Repetir rituales: Estos ayudan a que vaya asimilando un patrón que convierta a su mundo en un lugar seguro y predecible.
- Los 3 hábitos principales con los que recomendamos comiences son: Alimentación, sueño e higiene.
Los modales en la mesa
Lo ideal es que tu peque sepa que el momento de la comida es especial: un tiempo para convivir en familia y disfrutar de los alimentos.
Es normal que tu pequeño juegue con la comida por su curiosidad natural y exploración de los distintos colores, texturas y temperaturas de los alimentos. Sin embargo, tienes derecho a establecer ciertos límites e ir formando hábitos y modales, especialmente cuando tu hijo tiene cerca de los 2 años.
- Primero que coma bien y después que lo haga con buenos modales: La prioridad es que coma bien, con alimentos de calidad. Posteriormente el foco serían los modales y el cómo lo hace.
- Que participe en las tareas del hogar: Con eso le estás enseñando que en la casa todos cooperan y trabajan juntos.
- Explícale con calma lo que debe o quisieras que haga: Digamos que tu peque se emociona y tira la sopa, en vez de enojarte, es mejor explicarle el por qué no debió hacerlo, “La sopa no se puede tirar”, “La comida es para que te la comas y llegue a tu pancita para que seas un niños grande y fuerte, la comida no es para tirarse”.
- Repite las conductas: Repite y practica cada comida los modales a establecer. Por ejemplo, repetirle que un niño bien portado es el que al finalizar de comer se limpia las manos con la servilleta.
- Que disfrute lo bueno: Cuando coma alguna verdura o algún alimento sano, que te vea disfrutarlo y vele cantando o contando como este alimento lo hace más fuerte o tiene súper poderes, para que vaya relacionando la comida sana de manera positiva.
Aunque no dejará de ser difícil ver que prefiere hacer cualquier otra cosa antes que estar en la mesa, tu ya sabes que se trata de una parte normal de su desarrollo.
Por otro lado, ten en cuenta que, si tu peque empieza a jugar con la comida o tirarla, probablemente ya no tenga hambre. En ese momento, explícale que, si ya está satisfecho, es mejor terminar de comer y jugar con otra cosa.
Con acciones sencillas y tu buen ejemplo, ¡podrás ayudarlo para que aprenda a convivir y ser considerado con los demás!
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