Todo sobre sus primeros sólidos
Conoce las bases de la alimentación complementaria y den este gran paso
Alimentación complementaria
Con la introducción progresiva de alimentos sólidos, el bebé descubrirá un mundo de sabores y texturas asombroso. ¿Qué reglas debes seguir para que esta etapa tan importante sea todo un éxito?
La comida y su personalidad ¿tienen relación?
Primer probada de zanahorias, primer bocado de cereales... lejos de ser una anécdota, para el bebé ¡es una revolución! Acostumbrado a tomar solo leche materna, no sabía que existían otras cosas.
Descubre rápidamente que puede decidir sobre lo que come. Además, los alimentos que preferirá ahora serán seguramente los que elija cuando sea adulto. Así, la etapa de los sólidos es esencial para probar su independencia, ya que marca realmente su inclusión en el mundo de los mayores.
Poco a poco, se establecerán pequeñas rutinas y tú deberás hacer volar tu imaginación para hacerle comer: "rrrrruuuu, el avión va a aterrizar", "rum, rum, el coche va a entrar al garage", etc.
¡Comer es una gran experiencia!
Comer es, ante todo, un placer, de los primeros que experimentará tu bebé. El primero fue cuerpo a cuerpo con mamá. Al sentirse seguro experimentó una intensa felicidad durante la lactancia. Posteriormente, cuando descubre las sensaciones que producen los alimentos sólidos aparecen gestos de asombro ante la papilla de chícharo que le preparaste con todo tu amor y gestos de placer cuando saborea el plátano.
¡Cuántas emociones! Finalmente, llega la felicidad máxima cuando es momento de reinar desde la sillita la mesa familiar. Tu bebé, convertido en el centro de atención, hace sus gracias, hace reír a todo el mundo, hasta que una cucharada de papilla cruza toda la mesa... No pasa nada: tu bebé está descubriendo que ahora forma parte de una familia y busca su lugar en ella.
Su primera cuchara
Por todo lo que te hemos contado sobre la comida, la primera cuchara es algo especial. Prepara todo cuidadosamente: compra una de plástico y no de metal, para que sea más agradable; sienta a la mesa por primera vez a tu bebé. ¡No olvides sacar fotos! Aunque no te preocupes si esta primera vez no sale como esperabas. Si el bebé solo chupa la cuchara, hay que enseñarle a que se la meta en la boca. Ofrécele un alimento más espeso y que ya haya probado anteriormente.
Boca cerrada
A pesar de todos tus esfuerzos e imaginación para alimentarlo, te verás enfrentando repetidas negativas. A esto se le conoce como neofobia alimentaria, o aversión por los alimentos nuevos. Este complicado episodio comienza alrededor del año, alcanzando su punto máximo entre los 4 y los 7 años de edad.
Hay muchos motivos para incluir un alimento en la lista negra: por afirmarse personalmente, simple gusto personal, o desconfianza a lo desconocido. Si los nuevos alimentos se introducen antes de los 12 meses de edad, el riesgo de neofobia será menor. Estimula el gusto de tu bebé desde el inicio de la alimentación complementaria.
Inicio de la alimentación complementaria a partir de los 6 meses
Para empezar, conviene esperar a que tu bebé cumpla 6 meses y su organismo esté suficientemente desarrollado para aceptar y digerir bien otros alimentos, además de la leche. Lo que viene después es totalmente variable, ya que cada bebé reacciona diferente.
Lo más importante: introduce únicamente un alimento nuevo cada vez, en cuchara o mezclado con leche materna.
Los primeros alimentos:
- Cereales sin gluten mezclados con leche, ricos en hidratos de carbono y, por consiguiente, en energía de absorción lenta.
- Frutas: manzana, plátano o pera en papilla, especiales para bebé o caseras.
- Verduras: como zanahorias, calabaza, chayote. Todo ello bien triturado. Si las haces en casa, que sean al vapor, sin añadir sal, ni azúcar.
Entre los 7 y 8 meses de edad:
- Puede empezar a probar carne de res, pollo, pavo y cordero. La cantidad de proteínas (carne) entre 6 y 8 meses es de 2 cucharitas, es decir, 10 g/día. ¡Y no más, para no sobrecargar su organismo!
- Cereales infantiles con gluten, pequeñas pastas bien cocidas y trituradas, mezcladas con las verduras, le aportarán la energía que necesita para todas sus aventuras. También se puede mezclar alguna galleta con las frutas, siempre en forma de papilla.
- Leguminosas: como lentejas bien cocidas, en pequeñas cantidades y en forma de papilla a partir de 1 año.
Ten presente que la introducción de los diferentes alimentos puede durar 6 meses o más, así que tienes todo el tiempo del mundo.
Segunda fase: de los 8-12 meses a los 3 años
Aquí el alimento básico continúa siendo la leche materna (al menos 500 ml/día). El bebé come ya de todo cada día en 4-5 comidas regulares (desayuno, colación, comida, merienda y cena):
- Hidratos de carbono: pasta, arroz, papa
- Carne: a partir del año se puede empezar a incluir en pequeños trocitos.
- Pescado: a partir de los 12 meses puede empezar a comer pescado blanco. El pescado azul, que es más graso como el atún o el salmón puedes introducirlo a partir de los 18 meses.
- Huevo: a partir del año de edad.
- Frutas y verduras, crudas y ralladas: a partir de los 12 meses.
- Y... ¡chocolate hasta los 2 años!
Finalmente, ¿Qué puede tomar? Agua o algún jugo infantil sin azúcares añadidos.
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