¡Sí! Los derechos en el parto existen y es importante que los conozcas a detalle para que tú y tu bebé reciban la mejor atención y cuidados durante el parto. El parto puede ser una situación en la que muchas mamás se encuentran vulnerables, es por eso que tanto tú, tu pareja y la gente que te rodea deben estar al tanto de tus derechos para asegurarte de que se cumplan.
Muchas organizaciones en todo el mundo tienen como objetivo mejorar y lograr el acceso de las mujeres y bebés a servicios médicos de calidad. Tus derechos comienzan desde antes del parto: los profesionales de la salud y los responsables de tus cuidados prenatales deben tratarte con respeto, además de informarte sobre cualquier procedimiento, avance o información que necesites saber sobre tu embarazo.
La intención de fomentar prácticas de la salud que respeten los derechos humanos, es mejorar el acceso de las mujeres y sus bebés a servicios médicos de calidad, además de recibir atención y asistencia médica cuando sea necesario, tratándolas siempre con dignidad y respeto.
Según la OMG, las madres tienen derechos y libertades en el parto:
Las libertades incluyen el derecho a tomar decisiones sobre su propia salud y cuerpo (por ejemplo, escoger si quieres algún método anticonceptivo sin que nadie te obligue a hacerlo) y estar libre de cualquier otro procedimiento médico o tratamiento que exponga la vida, integridad y salud física de la madre o su bebé.
Los derechos incluyen el acceso a servicios de la salud de calidad que en todo momento estén velando por el bienestar de la mamá y su bebé. Los profesionales de la salud, además, deben de respetar tu decisión sobre el tipo de parto que tengas en mente. En caso de no poder llevar al cabo el parto que tenías planeado, en todo momento deben informarte cualquier situación o incidencia que no lo permita.
En todo parto, debe existir el respeto y cuidado de la dignidad y la capacidad de decisión de cada madre y en todo momento deben respetarse tus decisiones, siempre y cuando no expongan tu salud y la de tu bebé.
En todo momento, recuerda que tienes derecho a recibir atención médica sin importar tu raza, idioma, lenguaje, religión, ideología, origen, estado de salud, estado civil, discapacidades y condiciones económicas y sociales.
Tú eres la voz de tu bebé: los profesionales de la salud deben informarte con claridad todos los procedimientos que llevarán a cabo, así como solicitar tu consentimiento. Tienes derecho a preguntar todas tus dudas.
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