Prepara tu cuerpo para la lactancia
¡Ahora es el momento! Con estos consejos estarás lista para amamantar a tu bebé
Desde el comienzo del embarazo has podido notar cambios en tu cuerpo, esto se debe a que ciertas hormonas te están preparando para que tengas y puedas aportar a tu bebé todos los nutrimentos que necesita para crecer y desarrollarse adecuadamente durante estos 9 meses.
Cambios notorios
Uno de los cambios más notorios es el aumento de tamaño de tus pechos, los cuales se están preparando para la lactancia materna. Aproximadamente, entre la 6ª y 8ª semana de embarazo puedes comenzar a notar ciertos cambios en tus pezones y areolas.
El tamaño de tus senos aumenta por la producción de prolactina, ésta hormona es la encargada de producir la leche materna. Al preparase para la producción, los tejidos de tus senos almacenan un poco más de grasa y los conductos por los que saldrá la leche se multiplican.
Los pezones crecen un poco, notarás que están más sensibles, y la areola se hace más grande, con una coloración más fuerte y se empiezan a notar bultitos alrededor del pezón.
El cuidado de tus senos
Una preocupación que quizá tienes es que después de darle pecho a tu bebé puedan quedar colgados o caídos.
Pero, contrario a lo que se piensa, no es la lactancia lo que afecta directamente a tus pechos, sino el aumento de volumen durante el embarazo. Por lo tanto, debes cuidarlos mediante la elección de un sostén que mantenga los senos firmes, con una copa de buen soporte y con tirantes anchos para sostenerlos correctamente sin comprimirlos.
Ahora es más común que puedas encontrar sostenes de maternidad, estos tienen un ganchito en la parte de la copa que puedes quitar y poner para facilitar la lactancia.
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Estrías
Otra cosa que puede preocuparte son las estrías en tus senos, para esto, hidrata tu piel con una crema especial para humectar esta zona y dales un masaje con suavidad, comenzando con movimientos circulares, cuidando no untar sobre el pezón.
Pezones
Posiblemente, y desde el 5º mes, notes que sale un líquido amarillo y espeso del pezón, esto no debe preocuparte. Se trata de la aparición de calostro. No trates de estimular esta salida, pero si se forman pequeñas costras, retíralas con suavidad ablandándolas con compresas húmedas tibias, para que pueda seguir saliendo.
Desde el 8º mes, y si tienes pezones retraídos o planos, puedes masajearlos y presionarlos suavemente entre el pulgar y el índice, para ayudarlos a que se formen un poco mejor y que cuando nazca tu bebé sea más fácil que pueda pegarse a tu pecho.
Los bultitos que has podido notar que se encuentran en tu areola y alrededor del pezón se llaman glándulas de Montgomery, que secretan un aceite natural que ayuda a que tu pezón esté hidratado y te dan protección contra las bacterias.
Es importante que cuando te bañes no te talles los pezones con jabón, ni que les pongas cremas u otros ungüentos, ya que el aceitito natural que produces se eliminaría propiciando que se resequen o agrieten.
Ahora que ya conoces estas recomendaciones, no necesitas hacer nada más para preparar tu cuerpo para la lactancia. La naturaleza es sabia y cuando llegue el momento tus pechos estarán preparados para este proceso tan lindo.
Cuéntanos tus dudas e inquietudes sobre este tema.
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