¿Cómo puedo integrar a mi bebé en nuestro grupo social?

Cuando estamos en la espera de la llegada de un bebé, inclusive antes de que se nos note una pequeña pancita, queremos anunciar y compartir la noticia con el mundo entero.

Este es posiblemente el primer momento en el que tu bebé entra en contacto con la sociedad: cuando se esparce la alegría de su llegada, cuando los amigos empiezan a adivinar si será niño o niña, cuando surgen los primeros posibles nombres e, inclusive, la llegada de los primeros regalos. Sin embargo, su integración social comienza al interior de tu pequeña y nueva familia.

En un primer momento, es la pareja la que inicia un periodo de ajustes; aprender a vivir con las consideraciones que el embarazo requiera, hablar y planear ya por tres personas, disfrutar las manifestaciones de vida que da el bebé desde el vientre materno, etcétera.

Esta primera fase de cambios en la vida de la pareja viene seguida de la llegada real y física del bebé. La integración que empezó durante el embarazo se consolida cuando él se instala plenamente en nuestro núcleo familiar.

Con todo el interés y amor que el nuevo integrante despierta en la familia extensa y los amigos, es aconsejable que papá y mamá se abran un espacio para disfrutar y preparar la llegada de su bebé, antes de abrir la puerta grande al mundo entero.

Recuerda que ahora ustedes son los pilares de este nuevo hogar, por lo que las decisiones deben tomarse a partir de los acuerdos de papá y mamá en función del bienestar de este nuevo núcleo. Aquí te compartimos algunas ideas:

• Establezcan la rutina de disfrutar como papás, antes de repartir las nuevas.
• Dediquen tiempo de calidad para disfrutar de su bebé a solas.
• Consulten la opinión de su pareja sobre los temas relacionados con su bebé y decidan lo que más les convenga. Cualquier consejo que pueda llegar después se podrá ajustar a una base de acuerdos que papá y mamá hayan tomado antes.
• Involucren paulatinamente a su bebé en las actividades sociales que se van presentando, recordando siempre que el bienestar del núcleo familiar está por encima de las exigencias sociales.

Las oportunidades de integrar a nuestro bebé al grupo social son muchas, y serán suaves y armoniosas en la medida en que él se sienta plenamente integrado y vinculado a su pequeña familia en casa.